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Montessori British School

Tus hijos pueden tener una salud garantizada, aprende cómo

     

     

    MBS · Todos los espacios del Montessori British School son obras de arte, que contagian a los estudiantes con su creatividad.

    Hablamos con Claudia Díaz, directora del prestigioso colegio Montessori British School en Bogotá, quien está empeñada en garantizar la salud de sus estudiantes a través de la educación, y estamos seguros de que este aprendizaje novedoso les servirá de inspiración a muchos colegios alrededor del mundo.

    ¿De dónde surge este interés?
    La salud es algo que todos queremos para los que nos rodean, pero especialmente para nuestros hijos, que están creciendo y se están desarrollando. El del crecimiento es un momento crucial, porque las decisiones que se toman ahora van a definir aspectos en el futuro; sin embargo, a veces parece que muchos se alejan de esta realidad.

    ¿Le parece que la situación ahora es más complicada?
    Sí, y es lo que me lleva a estas reflexiones. Antes, un caso de cáncer era algo aislado, pero, hoy por hoy, todos conocemos a alguien que lo sufre. Los casos de diabetes y problemas cardíacos son cada vez más comunes. Y el problema es que nos han vendido la idea de que esto es un rasgo genético y que, por lo tanto, no hay nada que se pueda hacer. Y esto no es verdad. Todas estas enfermedades se pueden prevenir, incluso si existe la predisposición. Por ejemplo, un sistema inmunológico fuerte es capaz de demorar el proceso de la enfermedad hasta 150 año; es decir, la posibilidad de sufrir de alguna enfermedad como cáncer o diabetes se pospone a tal punto que deja de ser importante.

    ¿Cómo decidió que era un tema que también implicaba al colegio?
    Mis estudiantes son como mis hijos y haré todo lo que esté a mi alcance para enseñarles a vivir mejor, más felices y por más largo tiempo sin padecimientos.

    ¿Qué se puede hacer para lograr este ideal?
    En este momento, estoy concentrada en un programa de alimentación sostenible, y, aunque suene a refrán, lo cierto es que somos lo que comemos, y actualmente lo que comemos a veces no es lo más saludable. La comida a veces es altamente industrializada y procesada —y esta es económica, atractiva y duradera—, pero no le aporta ningún bien a la salud. De hecho, las consecuencias de consumir este tipo de alimentos son evidentes, pero siguen vendiéndose sin control. Pero la comida procesada no es el único producto dañino que hay. Si no hemos podido sacar los cigarrillos del mercado, qué otra cosa se puede esperar.

    ¿Cómo podrá crear el cambio?
    «Con la única y más potente herramienta que conozco: la educación. Esta toma de conciencia de lo que consumimos la transmitimos a nuestros estudiantes mediante talleres, conferencias, eventos y un blog que tenemos. Ellos aprenden a leer etiquetas y a entender cómo se hacen estos alimentos; asisten a clases de cocina holística y saludable; participan en salidas pedagógicas… Y, además, formamos el comité ambiental con nuestros mismos estudiantes. Lo que ocurre es que al entender claramente qué le están haciendo a su cuerpo cuando duermen bien, hacen actividad física, estudian y comen sanamente, ellos mismos identifican los comportamientos que son peligrosos, y, en este caso, dejan de consumir productos dañinos. Por supuesto, los padres son un componente fundamental en este proceso. Y ya que compartimos la preocupación por los niños, niñas y jóvenes, para ellos también hay talleres y mucho aprendizaje.»

    ¿Dónde pueden los padres encontrar más información?
    www.mbs.edu.co

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