Un prestigioso colegio en Bogotá la enseña y le hemos pedido a su directora, Claudia Díaz, que nos explique de qué se trata.
La bioeducación es una educación para la vida. En el Montessori British School, procuramos que la enseñanza nazca de un contexto real y pueda ser implementada en la vida de cada uno de nuestros estudiantes.
1. Nuestros estudiantes se destacan en las pruebas Saber 11.°. Además, aprenden cuatro lenguas (mandarín, francés, español e inglés), con resultados comprobables en las pruebas DELF, IGCSE, YLE, KET, PET, FCE, IELTS, YCT y HSK, entre otras. ¿Cómo hacen para educar en la vida y en el ser al tiempo que obtienen estos resultados? Con pasión, lucha, entrega, organización, dedicación y convicción de que estos saberes no se oponen, sino que se complementan.
2.¿Qué enseña la bioeducación? A su través, enseñamos la toma de decisiones, pero no solo enfocados a las preguntas de un examen estandarizado. Por el contrario, entendemos que en todo momento de nuestras vidas estamos «tomando un examen de opción múltiple», en el que debemos elegir la mejor opción: desde qué comer hasta el desarrollo de un proyecto de vida, nosotros enseñamos a nuestros estudiantes a elegir.
3. Respecto a nuestro trabajo con comunidades indígenas, la bioeducación recupera algunos de sus valores. La bioeducación se fundamenta, pues, en el conocimiento de uno mismo, con el objetivo de tomar las mejores decisiones para la vida. Por lo tanto, es importante conocer a nuestros antepasados no mediante un libro de historia con acontecimientos narrados desde el punto de vista occidental, sino como un acercamiento al pensamiento desde donde surjan saberes importantes para la vida.
4. ¿Qué aprenden los estudiantes de sus antepasados? Por ejemplo, a través del círculo de la palabra, nuestros estudiantes aprenden sobre la importancia de saber pensar, hablar y actuar. Esta es una forma de diálogo sin jerarquías en la que no se habla para convencer y se escucha para confrontar, como sucede en muchos de los diálogos que nosotros sostenemos. Por el contrario, se habla para juntar saberes y conocimientos, tomando de manera individual lo que nos sirve y dejando de lado lo que no. En el lenguaje ancestral, se dice que tenemos dos mochilas: en una ponemos lo que nos sirve, y en la otra lo que no. Este aprendizaje trae felicidad a nuestros niños: los aleja de la confrontación y les da la capacidad de elegir su pensamiento.
5.¿Esto tiene una connotación religiosa? En el Montessori British School, entendemos las diferentes religiones como posibles caminos para la realización espiritual. Todas las posiciones espirituales son válidas, mientras se cree un camino de amor y respeto hacia los demás.
6. En el Montessori British School estudiamos robótica en nuestro currículo desde preescolar. ¿Esto se vincula al conocimiento del ser? Sí, pues nosotros preparamos a nuestros jóvenes con una visión del futuro y una mirada hacia el pasado. Entretejemos estos dos saberes para dotar mejor a nuestros estudiantes.
7. Nuestros ancestros nos enseñaron sobre la naturaleza de una manera muy diferente. Mientras nosotros la estudiamos muerta, disecando animales y acercándonos a su anatomía, ellos la estudian viva, oyendo y observando a la naturaleza. Nuestros antepasados eran observadores y testigos de lo que sucedía. Para ellos, los ríos hablan de la salud de las personas; si el río está sucio, así está el alma. Así, esta educación procura el uso de la tecnología para devolver a la “madre naturaleza” lo que le hemos quitado. Con este fin, nuestros estudiantes experimentan con las últimas tecnologías en energía limpia, generando soluciones y creando cargadores de energía alternativa para suministrar corriente a dispositivos como su celular.
8. ¿Qué quisiera usted para el mundo? En las palabras de Namahuki: “Un planeta que siga danzando alrededor del sol”.